Opinión
Jerónimo Calero
Alguien, saludándome coloquialmente estos días pasados me decía: ¡Qué bien vives!, ¡qué cara de felicidad tienes siempre! Francamente, me quedé un tanto sorprendido. Por varias razones: porque ni vivo tan bien, ni mi cara denota siempre felicidad. Y lo digo yo, que me conozco. Porque si mi rostro denotara siempre una felicidad estúpida, podría considerárseme un irresponsable, o un pasota, o un vivalavirgen. Porque los tiempos que corren no se ven desde el optimismo necesario para ser feliz. Porque cuando la gente sufre a nuestro alrededor, a todos nos alcanza el sufrimiento. Porque cuando las barbas de tu vecino veas pelar…
Y no sé -todo es cuestión de perspectivas- si realmente la situación es tan grave como las noticias nos hacen ver cada día. El otro día, por ejemplo, en un Madrid-Barsa, el campo estaba abarrotado; en los desfiles vacacionales, las entradas a las grandes ciudades se colapsan; y en cualquier otro referente de masas sucede tres cuartas de lo mismo. Por tanto, mal del todo no está todo el mundo. Si los más de cinco millones y medio de parados (hay países más pequeños), estuvieran pasando auténtica hambre, ya deberían haberse manifestado de una manera decidida y contundente. Probablemente, la situación de la mayoría no dé para ir de vacaciones, ni a los estadios de fútbol; a lo mejor no pueden tomarse la cerveza de los fines de semana en los chiringuitos o bares en los que antes solían, pero cubren el expediente y de, una u otra manera, salen, salimos adelante.
Una de las razones que contribuyen a la incomodidad general es esa fuerza mediática tan desarrollada - prensa escrita, radio, televisión, ahora los foros y las nuevas tecnologías digitales-, que al multiplicar las noticias, aumentan el malestar, la incertidumbre, la desesperanza. No digo que no existan realmente las dificultades; lo que digo es que, aun existiendo, parecen mayores por la fuerza de la repetición.
Es decir, hoy, como ayer, quien tiene come y quien no, ayuna. Porque pobres ha habido siempre. Y parados. Y gente a la que vida se lo ha puesto difícil. Y mujeres a las que al quedarse viudas, se les quita la mitad de la pensión. Y huérfanos. Y niños en los asilos. Y marginados,. Y gente a la que le ha dado lo mismo llover que escampar. Y parados de larga duración. Y enfermos. Y a pesar del estado del bienestar que ahora lloramos, tampoco se le han solucionado los problemas vitales que les angustiaban. Quizá había menos prensa, o se machacaba menos el espigado, o sencillamente, callábamos más.
Lo único que sé, positivamente, es que es difícil hacer frente a situaciones adversas; que cuesta trabajo cada día ganarse el pan, sea de la forma que sea porque, hasta ahora, la utopía del maná que cae del cielo no ha llegado a realizarse; que, utilizando una de las parábolas de Cristo, es mucha la mies y pocos los segadores; que para que te ayuden te tienes que ayudar. Y que de nuestra vida, los primeros responsables somos nosotros.
Así que, hoy, no voy a repetir lo que he manifestado reiteradamente en otras ocasiones sobre recortes. Voy a pensar que todos tenemos algo de culpa de lo que está ocurriendo; que muchos lloran, lloramos, sin tener razones para hacerlo. Y que quien de verdad lo está pasando mal, perderá toda esperanza cuando escuche, repetida hasta la saciedad, tanta noticia desastrosa.
Así que, amigo, y vuelvo al inicio de mi escrito, no soy siempre feliz, a pesar de que mi cara, según tu apreciación, diga lo contrario Pienso, observo, lucho, me disgusto a veces, me ilusiono otras. En definitiva, vivo. Pero feliz, feliz, ni lo soy siempre, ni creo que fuera el estado más perfecto al que el ser humano podría aspirar.
Como se nota que no ha pasado en tu entorno mas cercano; ya que no se trata de poder ir a ver un partido, ya que el que a ido antes es porque ahora también se lo puede permitir (porque los ricos siempre han existido), se trata de aquellos que solo le podían ofrecer a sus hijos un baso de leche por las mañanas y ahora no pueden ni eso, esos seguro que no han ido nunca al partido, ni de vacaciones. pensar antes de escribir, ya que la situacion esta realmente mal para mucha gante.
ResponderEliminarMenos mal que todos los que van al futbol no son ricos, que sino estarian los campos vacios, pero de todos los deportes. Un disparate lo que dices. Vaso se escribe con V. Después de punto y seguido o punto y aparte se escribe con mayúscula. Una cosa que dices si es cierta: lo de pensar ántes de escrbir.
ResponderEliminargracias POR Las coRecciones ortograficas, en realidad si eso es lo que solo te ha interesaoooo, esque tienes poco sentido de solidaridad!!!!!!!!!!!!!!!!! y solo te preocupa como escrive....la gente, no el contenido de la respuesta o la critica
Eliminarcuando quieras lo vuelves a corregir, esto tambien que seguro que tiene fallos.
EliminarEfectivamente, estoy de acuerdo, hay que pensar antes de escribir. Aplícate el cuento. Si escribes un artículo y lo expones públicamente, te arriesgas a que no guste y recibas alguna que otra crítica sobre el mismo. Recibe la crítica con la cara de sonrisa que dices tener cuando vas por la calle. Saludos.
EliminarCreo que te confundes, me parece que el Sr. Jerónimo Calero no ha intervenido de momento en estos comentarios. Algunos, con tal de criticar,,,
EliminarEstimo que la critica cuando está hecha con educación, respeto y elegancia es maravillosa. Por lo que observo hay algunos que no les gusta de ninguna de las maneras.
EliminarTanto como MARAVILLOSA... Queda muy bonito pero no te lo crees ni tu.
EliminarAlgunos con tal de aparecer escriben lo que sea... una pena que no les guste la critica a ciertos personajes.
Eliminar¿Quien? ¿Tu?
EliminarPor favor, deja que la gente se exprese como pueda o como sus conocimientos le permitan. Todas no podemos ser personas tan cultas y con tantísimos conocimientos culturales. Si a alguien no le ha gustado el artículo, permítele que exponga su opinión, con faltas de ortografía o sin faltas de ortografía, lo importante es la libertad que tenemos para hacerlo, sobre todo con respeto y educación. Quizás eso es lo que nos diferencia a las personas, que unas dan su opinión y otras la imponen.
ResponderEliminarestoy kon tigo,y no como lo escribas,sino por su significado, salud, futbol es el opio del pueblo y los aborrega
EliminarMe quedo con ésta reflexión:
ResponderEliminar(...)que quien de verdad lo está pasando mal, perderá toda esperanza cuando escuche, repetida hasta la saciedad, tanta noticia desastrosa.
Creo que está fuera de lugar el decir que hoy en día, en el fondo la gente no lo está pasando mal. Me baso en el siguiente comentario del artículo:
ResponderEliminar(…) No digo que no existan realmente las dificultades, lo que digo es que, aun existiendo, parecen mayores por la fuerza de la repetición.
Cada persona reflexiona sobre el artículo de una manera distinta, ya que no está claro su contenido ni lo que se quiere transmitir su autor. Quizás y como el mismo comenta, le ha pillado en un mal día.
Estoy de acuerdo con Jerónimo, que no todo el mundo lo está pasando mal, pero si estaremos de acuerdo que si hay mucha gente que lo está pasando verdaderamente mal.
ResponderEliminarLos comercios cierran porque el consumo no es el de antes, se abren a la desesperada pequeños negocios que apenas si cubren gastos y terminan como los anteriores.
En nuestro pueblo contamos con asociaciones que reparten auxilios, en forma de alimentos y ayudas. Recomiendo que si tenéis algo de tiempo, os paséis y que os informen de la situación local. Personalmente he escuchado que tal niño o cual niña, van al colegio sin desayunar porque sus padres no tienen ni para un vaso (o baso) de leche.
Familias a las que se le socorre con alimentos y/o ayudas para poder pagar el alquiler o la botella de butano con que encender la estufa. Otros que viven en bloques de pisos no pueden encender la calefacción, ya que si pagan la calefacción, no pueden pagar el alquiler, y si pagan la calefacción no tienen para comer.
También me consta que en los núcleos de población como el nuestro, es mas fácil conocer las necesidades y poder llegar cuando el auxilio lo permite. Pero en grandes ciudades, esto resulta mas patético, he visto en Granada y Alicante, por citar dos poblaciones, funcionar a tope los comedores sociales, bien regentados religiosos o seglares, personas comprometidas jubiladas, que sin ser ni mucho menos ricos, dedican el tiempo que les sobra para ayudar a los demás.
Los que pueden seguirán haciendo sus vacaciones o sus salidas de fin de semana, pero hay muchos que no pueden, y llenarán los estadios y se gastarán en fútbol o en el deporte que quieran, pero resulta vergonzoso que, hablando de fútbol nuestros campeones del mundo, a los que les dieron una suculenta prima, estos tributaran en Sudáfrica para evitarse el acoso del fisco español.
Por eso la gente que tiene y puede tiene que predicar con la solidaridad,callada o publica, pero no quedarse parados.
Saluos