La zona se ha acordonado mientras se trabaja en el apuntalamiento de la parte dañada y en la reparación de la fuga
Juanjo Díaz-Portales
La zona circundante a una de la torres del castillo de Pilas Bonas ha sido acordonada mientras se trabaja en su apuntalamiento y en la reparación de la fuga de agua que ha reblandecido sus cimientos, lo que ha provocado la aparición de importantes grietas en la estructura y la inclinación de esta pequeña torre situada en la esquina más próxima a la ermita de San Blas. Los trabajos han dejado sin agua durante más de ocho horas a los vecinos de las inmediaciones.
La inclinación es cada vez más evidente |
Detalle de las grietas y de los testigos de yeso |
En los últimos días comenzaron los trabajos de apuntalamiento y saneamiento de la zona afectada en el sótano situado bajo la torre, que este miércoles aparecía con una cantidad considerable de agua procedente de la fuga que ha afectado al edificio.
En el lado de la calle Matadero también se han abierto importantes grietas |
Para evitar problemas se ha acordonado la zona y cortado al tráfico la circulación en el primer tramo de la calle Matadero y un tramo de la plaza de San Blas, donde a primera hora del día han comenzado a trabajar operarios de Acciona Agua, que han abierto una calicata y han hecho un bypass para dar servicio de agua a los vecinos circundantes a través de una tubería provisional de superficie. Estos vecinos se quedaron sin agua sin previo aviso a las nueve de la mañana y
no recuperaron el servicio hasta pasadas las cinco de la tarde.
El restaurante y hospedería del Castillo de Pilas Bonas no se ven afectados por este contratiempo ya que las dependencias dañadas se encuentran en un extremo y únicamente se utilizan como almacenes, sin acceso al público. El acceso principal de la fortaleza y sus zonas de servicio al público no presentan riesgo alguno.
Segun un entendido del ayuntamiento que esta hay dirigiendo las obras del castillo, le dijo a mi madre que las rajas que le hicieron en su casa las podia tapar con una poquita silicona y que el agua no era mala, pues señor mio apliquese el cuento y ahora que los albañiles de la Solana que hicieron la obra le digan a mi madre en su cara QUE EL AGUA NO ES MALA el tiempo pone a cada uno en su sitio. Eso pasa por hacer castillos en el aire.
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