16 dic 2012

Desconocimiento


Opinión


Por Jerónimo Calero

Créanme, si  les digo, que me gusta mucho más escribir poesía que hacer estas reflexiones sobre la marcha de nuestra economía, de nuestras deudas, de nuestra impotencia para salir del atolladero en el que nos han metido quienes, se supone, deberían saber regir nuestros destinos.

Pero no me parece justo, ni moral, ni lógico, que seamos siempre los de a pie, los que tengamos que pagar el pato de los desmanes provocados por quienes debieron dar ejemplo. Desde las más altas instituciones del estado hasta quienes al amparo de sus parcelas de poder, por pequeñas que estas fueran, se han enriquecido a costa del dinero del contribuyente, o se han gastado lo que no era suyo en francachelas o en residencias de millones de euros, en queridas y en güisqui, en trajes de marca o en coches de alta gama.

El  problema, a mi parecer, radica en el desconocimiento. No ya porque no conozcamos a los que van en la lista que cada partido presenta en las elecciones, sino porque aun conociéndolos, nuestro conocimiento será superficial.  Tocaremos de oído, como casi siempre suele tocarse en España, tan dados como  somos a poner etiquetas, a evaluar, a engrandecer o a empequeñecer a quienes sólo conocemos de pasada. Nos dejamos llevar por nuestros instintos. No hay nada mejor que tener un rostro que inspire confianza para que alguien hable maravillas del afortunado poseedor de tal rostro; por el contrario  alguien que no dé el registro o no nos caiga en gracia, lo tendrá crudo para ganarse nuestro apoyo.

Pero es así como todos los políticos llegan al poder. Ya sabemos de las costosas campañas, de los gastos en imagen y en publicidad; de los créditos concedidos por bancos afines que luego ni se cobrarán (en dinero quiero decir). Es decir, no llegan por méritos, o por conocimientos, o simplemente por estudios adecuados al cargo que han de ocupar. Para eso ya cuentan con asesores, completos y caros  equipos de asesores que les indicarán el camino.  Llegan por su rostro, por su verborrea, por su insistencia, por su participación maratoniana en largas batallas de desprestigio del contrario.  Con lo fácil que sería hacer un examen de aptitud: lectura, escritura, cuatro reglas, conocimiento somero de algún idioma, capacidad de trabajo, un mínimo de honradez. Y poco más. Pero amigo ¿desde qué superiores instancias se podrían hacer las valoraciones de los candidatos?

Y luego está la impunidad de la que gozan. A mayor nivel mayor impunidad. Después se busca un cabeza de turco, y a vivir del cuento el resto de la vida. Ni la cárcel en el caso de que alguien vaya a la cárcel, será  para siempre, ni el dinero robado aparecerá hasta que salgan, porque sólo ellos sabrán donde lo colocaron a buen recaudo.

No es que quiera poner en tela de juicio a toda la clase política. Estoy dudando de la condición humana; condición de la que nadie está exento.  Porque como decían nuestros mayores: “que no nos pongan donde haiga”. Lo que estoy cuestionando es el sistema de elección: las responsabilidades a exigir; la duración en el cargo de quienes lo hagan tan rematadamente mal que nos lleven a la picota; la credibilidad adquirida en anteriores ocupaciones; el recorrido personal de cada individuo; el currículo cierto que acredite que quienes lo pretenden son merecedores del cargo.  Estoy cuestionando las campañas electorales en las que sólo se oyen críticas y descalificaciones de unos hacia los otros. Estoy cuestionando nuestra candidez a la hora de emitir un voto que debería ser interpretado por quienes lo reciben, como sagrado.

Pero mientras no se corrijan las deficiencias del sistema, estamos condenados a que nos gobiernen quienes quieren y no quienes pueden. Esto sólo podrá conseguirse por la vía del análisis, del raciocinio y del método a aplicar. El tiempo de campaña electoral debería ser suficiente para desenmascarar y eliminar a quienes no den la talla. Y el recuento de votos, incluidos los votos en blanco, o la propia abstención casi siempre fruto del desencanto, deberían aceptarse como una fuerza política a tener en cuenta.

En definitiva, se trataría de que la clase política no gozara de más privilegios que los que les correspondieran por méritos propios;  que sus salarios, dignos por supuesto, les mantuvieran cerca de quienes ven que, con los suyos, los meses son casa vez más largos; que los sueldos vitalicios, que además son compatibles con  actos, conferencias, derechos de autor y todos cuantos ingresos se perciban al amparo de la propia trayectoria política, desparecieran hasta que llegara la edad de jubilación, como le ocurre a cada hijo de vecino. Pero todo esto no sería necesario plantearlo si desde la honradez, una de las características a la que antes aludía, el propio político renunciara a tanto privilegio como lleva implícito el ejercicio de su mandato.  Es probable que entonces faltaran  personas dispuestas a dirigir sus pasos hacia la política. O que, por fin, hubiéramos dado con la solución para acabar con tanto chanchullo inadmisible.

7 comentarios:

  1. Ya existe un partido que es escaños en blanco y otro que es UPyD que de alguna forman preconizan lo que se afirma en este articulo y la población les dá la espalda. Prefieren lo criticado y sabido como falto de credibilidad que es el PP-PSOE. Lo que un articulo inteligente debe hacer es reflexionar sobre los motivos por los que los ciudadanos toman esas decisiones. Menos decir obviedades y más pensar Jerónimo Calero.

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    1. Jerónimo Calero17/12/12, 0:50

      Aquí tiene, sr.anónimo de la 01.55, un espacio para desarrollar un artículo inteligente. Según usted,yo sólo digo obviedades,puede que tenga razón, pero ¿conoce otro camino que sirva como inicio para reclamar soluciones. Si es así,¿Cómo es que no contribuye con su aportación a que entre todos dejemos esa pose de don tancredo tratando de pasar desapercibido ante el morlaco que escarba en la arena? Eso sí le sugeriría su identificación para darle más credibilidad a sus argumentos.
      Gracias por leerme.

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    2. Escaños en Blanco no tiene nada que ver con UPyD. Meterlos en el mismo saco es falta de información o intención de desinformar.

      Escaños en Blanco pide, y a la vez hace realidad, que el voto en blanco (que ahora mismo no tiene ninguna utilidad) sea representado en el parlamento como un partido más, dejando vacíos los escaños que consiga. Para hacerlo posible, se presenta a las elecciones y en caso de obtener escaños, los deja efectivamente vacios, renunciando a cualquier ingreso económico del Estado (de hecho no presenta una cuenta bancaria ante la junta electoral)

      ¿Que los ciudadanos dan la espalda a Escaños en Blanco?

      No. Los que le dan la espalda son los medios de comunicación. En Cataluña ya hay 3 sillas vacías en 2 ayuntamientos. Esto debería ser algo de lo que los medios de comunicación deberían haber informado, pero no lo hacen.

      Como además no reciben ninguna subvención del Estado, no pueden costear una publicidad en medios de comuncación, y su única difusión se realiza en medios sociales y actividades en la calle.

      Y aun en esa situación, en las últimas catalanas subieron un 45% respecto de las anteriores, superando a grupos como UPyD. En Galicia por ejemplo, obtuvieron mayor representación que el partido de Mario Conde que tuvo una atención muy especial de los medios de comunicación, y en Asturias son la PRIMERA fuerza extraparlamentaria.

      Decir que la gente les da la espalda cuando recibe un 1-2% de los votos totales (en aumento) aun conociéndoles apenas un 10% de la población es igualmente falta de información o intención de desinformar.

      Un saludo

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  2. Como siempre el personal se permite criticar a alguien que firma un artículo de opinión, eso sí de forma anónima.

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    1. Tu tambien firmas como anónimo. Son las reglas de este blog.Aquí hay libertad no como en el blog de Teo Serna que despues de borrar los comentarios no laudatorios hacia sus opiniones ha establecido un filtro en los comentarios para que su imagen no se vea puesta en evidencia.
      Lo que ocurrre es que cuando uno opina públicamente hay que tener argumnetos de peso y no meras ocurrencias que se leen en cualquier lado. Tanto Teo Serna como Jeronimo Calero pecan de decir lo ya sabido y oido mil veces.L a diferencia es que en este blog no se te censura y en el de Teo si.

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  4. Totalmente de acuerdo solo añadir que deberían firmar un contrato en el que figurara todo lo que van a hacer durante el mandato y en el momento que dicho contrato fuera incumplido, se les rescindiera y se fuera a tomar viento fresco, ai se evitaria que por el simple hecho de obtener mayoria absoluta PUEDAN hacer lo que les de la gana durante cuatro años, por que van a desbaratar el pais en estos cuatro años, sirva de ejemplo nuestro pueblo sin RENFE, lo han dejado como un apeadero, sin HOSPITAL lo van a dar al mejor postor, sin PARADOR lo van a cerrar, que nos va a quedar.... VAN A DEJAR EL PAIS COMO UN DESIERTO

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