Centenares de ciclistas de todas las edades tomaron las calles de Manzanares y colaboraron con Cruz Roja
Juanjo Díaz-Portales
Como cada 6 de diciembre, aprovechando la festividad de la Constitución, Manzanares celebró este jueves el día de la bicicleta, una auténtica fiesta de participación popular y deporte a la que no le afecta la crisis en lo que a respuesta ciudadana se refiere. Es más, en su edición de este año tuvo carácter solidario y muchos de los participantes colaboraron con la entrega de alimentos no perecederos a Cruz Roja, entidad que posteriormente los reparte entre las familias más necesitadas.
Momento de la salida de la fiesta infantil |
Hubo alrededor de doscientos participantes, muchos de ellos con ruedines. Otros fueron en triciclo o similares, formando un pelotón donde sobresalían los padres y madres que seguían a los más pequeños. Recibieron como premio una bolsa-mochila y un bidón para la bici. También se sorteó una bici de montaña.
El día, sin sol pero con una temperatura llevadera que rondaba los siete-ocho grados, siguió por la tarde con la actividad dirigida a todo tipo de públicos. Las calles que conducían a la estación de autobuses –lugar de la concentración- fueron un hervidero de ciclistas de todas las edades hasta que a las cuatro de la tarde comenzó el recorrido, de carácter no competitivo y perfectamente controlado por los voluntarios de Protección Civil y por los agentes de la Policía Local.
Voluntarios de Cruz Roja recogiendo alimentos |
Antes de la salida, Cruz Roja recogió un buen número de kilos de alimentos y se entregó a los participantes el número para el sorteo de otra bici de montaña. Este ticket sirvió además para canjear a la llegada por un regalo. Este año la concejalía de Deportes –organizadora de la fiesta ciclista- obsequió a los más de ochocientos participantes con unos prácticos bidones con bolsa térmica.
Las bicis tomaron la plaza tras recorrer la localidad |
El paseo transcurrió sin incidencias. Las bicis tomaron Manzanares y los vehículos a motor cedieron el protagonismo a los ciclistas, que recorrieron numerosas calles de la localidad hasta llegar a la plaza de la Constitución, donde recibieron sus obsequios y se sorteó una bici. El número agraciado fue el 167, que correspondió a la niña Cristina Morago, de 6 años.
Manzanares respondió un año más a esta propuesta que une a la familia con las bicicletas como protagonistas. Es una pena que en ciudades pequeñas y llanas como ésta no exista una cultura de la bici tan arraigada como en otros países vecinos donde, a diario, es el medio de locomoción más habitual. Y no deja de ser una saludable herramienta anticrisis ya que no gasta carburante. Algo es algo. Siempre nos quedará, esperemos, el 6 de diciembre.
Al manzagato medio no creo que le afecte el precio de los carburantes. Aquí lo normal es sacar el coche para hacer un trayecto de 200 metros.
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