¿Más problemas?

Opinión

Julián Gómez-Cambronero Alcolea

Ya sabemos que todo el mundo tiene muchos problemas y que Manzanares, como pueblo, también tiene varios graves, como el desempleo persistente o el incierto futuro de nuestro hospital, pero eso no debería hacernos ignorar otros problemas que pueden surgir aunque creamos tenerlos lejos.

Como casi todo el mundo sabrá, hace unos meses se aprobó la instalación de un cementerio nuclear en Villar de Cañas (Cuenca). Esta población está a 111 kilómetros de Manzanares en línea recta y se sitúa a menos de 40 kilómetros de uno de los bordes del Acuífero 23, del que aquí vivimos.

Recorrido entre Manzanares y Villar de Cañas

Se dicen muchas cosas a favor de la instalación de ese cementerio y se podrían decir muchas otras en contra, lo que debería generar un interesante debate que, lógicamente, no cabe en estas líneas. Lo indudable es que un cementerio nuclear es algo que nadie quiere cerca: no se lo han disputado ni Madrid ni Barcelona, como en otros casos que conocemos. Sí en cambio lo han hecho, mayormente, pequeños pueblos como Villar de Cañas que ante una completa falta de futuro, como ocurre con tantos otros pueblos, sólo ven las ventajas económicas que les prometen a cambio y acceden a tener un cementerio de este tipo en su término municipal.

Es curioso que el argumento de la creación de empleo y riqueza sea el más socorrido en estos casos, cuando varios estudios nos dicen que las energías renovables –limpias e indudablemente seguras- crean mucho más empleo y su correspondiente riqueza que las centrales nucleares o sus inevitables cementerios de residuos. Un ejemplo indiscutible y cercano son los 300 empleos  -50 directos y 250 indirectos- que creará en Ossa de Montiel, a un paso de Ruidera, la construcción de una planta de biomasa. En cambio, las renovables han sufrido un parón traumático por parte del gobierno, desaprovechando una gran fuente de desarrollo y empleo que, además, reduce nuestra dependencia del exterior para nuestro consumo energético, ya sea de petróleo o nuclear.

El problema del cementerio nuclear no se arregla, lógicamente, con que se vaya a otro sitio, sino que necesita una solución global al problema mayor que suponen las centrales nucleares, pero en Manzanares, como en muchos otros sitios de nuestra región, deberíamos reaccionar, empezando por informarnos, de lo que supone tener un cementerio nuclear en nuestra tierra, porque tenemos muchos problemas y nadie, seguro, quiere más.