Manzanares rememorará la elección de alcaldes del medievo

Las I Jornadas Medievales se celebrarán el 5, 6 y 7 de octubre con vela de armas, procesión de antorchas, juegos, desfile y nombramientos, según el proyecto de Antonio Bermúdez

Juanjo Díaz-Portales

Los carteles distribuidos por la localidad y la exposición de algunos de los hábitos "calatravos" de la época en la Oficina de Turismo anuncian la proximidad de las primeras Jornadas Medievales que organiza el Ayuntamiento de Manzanares y que tendrán lugar el primer fin de semana de octubre. En ellas, siguiendo el proyecto elaborado por el historiador Antonio Bermúdez, se rememorará la elección de alcaldes medievales que tenía lugar cada año por San Miguel desde el Siglo XIII hasta finales del XVI, cuando esta práctica fue abolida por Felipe II.

Antonio Bermúdez

Manzanares volverá así al medievo los días 5, 6 y 7 de octubre gracias a esta iniciativa en la que sus promotores han logrado implicar a numerosas personas y entidades. No se trata de un fin de semana con mercado medieval -que lo habrá con comerciantes locales-, será mucho más gracias a las investigaciones hechas por Antonio Bermúdez, gran aficionado a la historia de su ciudad que tras publicar libros y artículos centrados en los siglos XIX y XX ha dado un salto en el tiempo para llegar a los primeros siglos de existencia de Manzanares y elaborar un proyecto que no tardó en recibir el respaldo municipal.

"Cuando llegaron las últimas elecciones lo entregué a Felipe Jerez -director de la Universidad Popular- para que desde la UP lo presentara al nuevo alcalde, fuera quien fuera. El equipo de gobierno del PP se mostró receptivo e interesado en esta iniciativa y comenzamos a trabajar", explicó este químico apasionado del pasado de su pueblo.

El elemento central sobre el que pivotan estas Jornadas es, según Bermúdez, la peculiar forma de elección de los alcaldes del Concejo durante los primeros siglos de existencia de Manzanares. "El procedimiento consistía en elegir un alcalde por el estado noble y otro por el pueblo llano, con un periodo anual de actuación. Para ello cada estado proponía dos candidatos y se elegía a uno por el método de insaculación; es decir, metiendo en un saquito de cuero dos bolas numeradas que representaban a los candidatos, de las cuales se extraía una por mano inocente. Esto se repetía para las dos parejas".

Sobre estos alcaldes recaía la responsabilidad de dirimir los conflictos vecinales, así como aplicar la llamada baja jurisdicción, es decir, la administración de justicia civil en primera instancia para asuntos de pequeña cuantía que no implicaran penas corporales o de destierro. También entendían en todo lo relacionado con la recaudación de tributos.

Antonio Bermúdez redactó el proyecto original hace casi dos años con el propósito de dar a conocer al pueblo nuestros orígenes como comunidad y como Encomienda de la Orden Calatrava, al tiempo que sirviera como elemento dinamizador de la sociedad "y como reclamo turístico que pudiera repercutir económicamente en sectores como la hostelería, además de beneficiar a comerciantes de tejidos, costureras, mercerías, talleres, etc.", explicó

Actividades de las Jornadas Medievales

Para dar cuerpo al proyecto, el historiador ideó una serie de actividades divididas en tres jornadas. Así, para el viernes por la noche planteó un acto medieval previo, como era la vela de armas, adaptado a los tiempos actuales para dar participación a ambos sexos. Para ello los participantes deben inscribirse y entregar un arma o prenda para velar unas horas en el “altar de armas y prendas”.

A continuación tendrá lugar una procesión de antorchas alrededor del castillo y ermita de San Blas donde se pretende un efecto teatral recitando unas letanías y frases en latín. Seguidamente se procederá a la ceremonia de nombramientos de nuevos miembros de la Encomienda de Manzanares a los que se entregará un diploma. Este primer día termina con una revista militar de las fuerzas armadas de la Encomienda por parte del Comendador.

El sábado por la tarde tendrán lugar en la plaza de toros unos juegos medievales para el disfrute del vecindario con competición de tiro de cuerda, arqueros, lanza venablos, captura de anillas con lanza a caballo y destreza en manejo de espada cortando melones.

El domingo será el día principal. Habrá un desfile que saldrá de la Feria del Campo y recorrerá las calles engalanadas hasta la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, donde tendrá lugar una misa solemne con bendición de frutos de la tierra a la que asisten todas las autoridades y los aspirantes a alcaldes medievales propuestos por las asociaciones vecinales (estado llano) y por comerciantes y empresarios (estado noble).

Terminada la misa, el desfile continuará hasta el castillo, donde se procederá a la elección de los alcaldes. Los no elegidos recibirán un diploma como regidores del Concejo, una figura también histórica. Finalizado el acto proseguirá el desfile hasta el parterre del Río, donde tendrá lugar una comida popular, la rifa de 36 lotes de frutos bendecidos y la entrega a los ganadores de los premios de indumentaria.

Convivencia de dos alcaldes

Antonio Bermúdez, que entre otros destacados colaboradores del proyecto ha encontrado a Felipe Jerez y a Luis García, explicó que este tipo de elección de alcaldes era un procedimiento común en toda Castilla y en todas las villas y lugares de la Orden de Calatrava. La elección tenía lugar anualmente en la puerta del castillo el 29 de septiembre, día de San Miguel.

Sobre el funcionamiento de estas alcaldías "bicéfalas", el historiador explicó que las funciones del alcalde medieval -"palabra que viene del árabe al-qadi (juez)", apuntó Bermúdez- eran tanto administrativas como judiciales, resolviendo los conflictos vecinales en primera instancia. "Su vara no sólo era símbolo de autoridad, sino que en cualquier litigio de linderos o compra de tierras se recurría a la vara del alcalde que era la de mayor fiabilidad con sus 83,6 cm actuales".

Esta fórmula funcionó bien al principio. "En una sociedad estamental donde había unos pocos hidalgos que no pagaban impuestos y los más eran pecheros, campesinos, ganaderos y artesanos, la presencia de dos alcaldes equilibraba de algún modo los intereses de ambos grupos sociales. Por otra parte un periodo anual impedía grandes desmanes o corruptelas", destacó el investigador. Sin embargo, todo "se prostituyó" más tarde cuando los comendadores intentaron manipular la elección y cuando los cargos de regidor se pudieron comprar y mantener de forma perpetua y hereditaria. "Desde ese momento fueron los regidores los que controlaron la vida municipal y los alcaldes títeres en manos de los primeros", destacó Bermúdez.

Maniquí expuesto en la oficina de turismo

El castillo de Pilas Bonas será un protagonista esencial de las Jornadas Medievales. Se trata de la casa fuerte construida por la Orden de Calatrava para afirmar sus dominios frente a la de Santiago, bajo cuya sombra protectora fue surgiendo el núcleo de población. "Cuando los habitantes son ya algo numerosos se construye la primitiva iglesia parroquial sobre los terrenos que luego ocupó el Convento de Carmelitas y actual colegio de las Concepcionistas  y se constituye el Concejo que, en principio, elegía sus representantes en asamblea pública dentro del templo por ser el lugar más espacioso", añade el historiador, que recuerda que el comendador, un fraile-soldado, "refrendaba la elección popular entregando a los alcaldes la vara de mando en la misma puerta del castillo durante un acto solemne".

Para no dejar escapar ningún detalle, se ha investigado en la abundante bibliografía existente sobre la vestimenta del siglo XIII. Aunque no se han podido conseguir tejidos de lino basto y lana abatanada como se usaban en aquel tiempo, la indumentaria que se utilizará en las Jornadas Medievales se ha recreado con otras telas sintéticas de parecida textura, tratando de respetar los colores y tipo de prendas de la época, siendo el principal escollo el calzado.