Coincidiendo con el inicio del
nuevo curso en el Centro de Atención a la Infancia Municipal
de Manzanares, un grupo de ex trabajadoras del CAI se ha concentrado esta
mañana durante una hora a las puertas del edificio para expresar su protesta
por la situación que atraviesan.
En primer lugar denuncian que la
anterior empresa concesionaria del servicio, Eulen, no les ha comunicado el
final de sus contratos, que en la mayoría de los casos estaban en vigor desde
2007, por lo que exigen que se les comunique la extinción de sus contratos con
la antelación que estipula la ley y se les abone la correspondiente
indemnización, cosa que no ha ocurrido, por lo que desconocen la situación en
la que se encuentran, motivo por el que se han presentado este lunes al CAI
donde, al parecer, la nueva empresa concesionaria –Escuelas Dulcinea- ha dicho
entender su situación.
Según explicó una de las
afectadas, también lamentan que se haya llegado a una situación que se podía
haber evitado si el Ayuntamiento hubiera pedido en el pliego de condiciones de
la concesión la subrogación de los contratos del personal, evitando con ello la
incertidumbre entre el personal y las familias de los usuarios así como la
importante reducción de matrícula que ha habido, con la marcha de niños a otros
centros y el consiguiente ajuste de personal.
Respecto al comunicado publicado
por Escuelas Dulcinea cabe indicar que la contratación de una de las tres
monitoras embarazadas se ha hecho tras renunciar a su puesto de trabajo una de
las cuatro monitoras que habían sido seleccionadas para el nuevo curso.
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