28 mar 2013

Las Escuelas de Lazarillo T.C.E se echan a la calle para celebrar el Día Mundial del Teatro


Participantes en la celebración del Día del Teatro. Foto: Germán Molina

   Los alumnos salieron a mostrar qué es para ellos el teatro


Como en años anteriores, los alumnos de las escuelas de Teatro de la asociación Lazarillo T.C.E salieron a la calle para festejar el Día Mundial del Teatro. En esta ocasión, la celebración se adelantó unos días para facilitar la participación tanto de los alumnos como del resto de ciudadanos. El Día Mundial del Teatro, que se celebra en todo el mundo el 27 de marzo, se ha convertido ya en una cita ineludible para esta asociación que saca a la calle año tras año a sus escuelas para mostrar el trabajo realizado. La Junta Directiva se muestra muy satisfecha de la gran participación de este año y del buen desarrollo del acto. 



La lluvia respetó a monitores y alumnos que llevaban semanas preparando esta actividad que comenzó a las 12 de la mañana en la calle Empedrada. Minutos antes se habían repartido por toda la calle pancartas con frases que definían el teatro desde diferentes perspectivas. Los alumnos se dividieron en diferentes grupos y se repartieron en cada una de estas pancartas. La famosa frase de Lorca “El teatro es poesía que sale del libro para hacerse humana” o el anónimo “Si es verdad que la vida es teatro, me gustaría que el apuntador hablase más alto” fueron la base para que los diferentes grupos desarrollasen diferentes actividades a lo largo de la mañana. Algunos de los más pequeños mostraron su dominio de la mímica mientras otros participaron en un divertido y curioso match de improvisación. 


Algunas alumnas representaron un pequeño fragmento de “La Casa de Bernarda Alba” y varios ciudadanos se atrevieron con otro muy conocido de “Romeo y Julieta”. Se realizaron además ejercicios de expresión corporal en los que fueron participando todos aquellos ciudadanos que se acercaban. Una de las actividades con mayor participación de público fue la creación de un muro en el que cada uno pegaba todo lo que quería cambiar en el mundo a partir de la famosa frase “El teatro no se hace para contar las cosas, sino para cambiarlas”, del dramaturgo Vittorio Gassman. Con actividades como ésta se consigue en un ambiente festivo acercar al resto de ciudadanos el trabajo que la asociación realiza día tras día. 

Para finalizar, y como ya es tradición, todos los participantes se trasladaron a la escultura de la “Ciega de Manzanares”, detrás del imponente Gran Teatro. Allí, el presidente de la asociación, Manuel Sánchez-Migallón Parada, leyó el manifiesto de este año. Cada año se propone a una figura relevante del mundo de las artes escénicas a nivel internacional la creación del manifiesto que se lee en todos los teatros del mundo para festejar este día. En esta ocasión, el encargado ha sido Dario Fo, que ha querido señalar la difícil situación que el teatro ha atravesado y atraviesa actualmente para conseguir financiación a pesar del buen momento de creación en el que se encuentra. La asociación teatral dejó colgado el manifiesto y una rosa roja en las manos de la “Ciega de Manzanares” como sello a este importante y simbólico acto.

Manifiesto Día Mundial del Teatro 2013

Mensaje de Darío Fo

Hace mucho tiempo, el poder tomó una decisión intolerante contra los comediantes al expulsarlos del país.
Actualmente, los actores y las compañías teatrales tienen dificultades para encontrar escenarios públicos, teatros y espectadores, todo a causa de la crisis.

Los dirigentes, por tanto, ya no están preocupados por controlar a aquellos que les citan con ironía y sarcasmo, ya que no hay sitio para los actores, ni hay un público al que dirigirse.

Por el contrario, durante el Renacimiento, en Italia, los que gobernaban, tuvieron que hacer un esfuerzo importante para mantener a raya a los Comediantes, pues reunían abundante público.

Se sabe que el gran éxodo de actores de Commediadell'Arte tuvo lugar en el siglo de la Contrarreforma, que decretó el desmantelamiento de todos los espacios teatrales, especialmente en Roma, donde fueron acusados de ofender a la ciudad santa. En 1697, el Papa Inocente XII, bajo la presión de insistentes requerimientos del ala más conservadora de la burguesía y de los máximos exponentes del clero, ordenó la eliminación del Teatro Tordinona que, según los moralistas, había acogido el mayor número de representaciones obscenas.

En la época de la Contrarreforma, el cardenal Carlos Borromeo, que estuvo activo en el norte de Italia, se consagró a la redención de los 'niños milaneses', estableciendo una clara distinción entre el arte, como la máxima expresión de educación espiritual, y el teatro, la manifestación de lo profano y lo vanidoso. En una carta dirigida a sus colaboradores, que cito de memoria, se expresa más o menos así: "Los que estamos resueltos a erradicar las malas hierbas, hemos hecho lo posible por quemar textos que contienen discursos infames, para extirparlos de la memoria de los hombres, y al mismo tiempo perseguir a todos aquellos que divulgan esos textos impresos. 

Evidentemente, sin embargo, mientras dormíamos, el diablo maquinó con renovada astucia. ¡Hasta qué punto es más penetrante en el alma lo que los ojos pueden ver que lo que puedan leer de los libros de ese género! ¡Hasta qué punto más devastadora para las mentes de los adolescentes y niños es la palabra hablada y el gesto apropiado, que una palabra muerta impresa en un libro. Por tanto es urgente sacar a las gentes de teatro de nuestras ciudades, como lo hacemos con las almas indeseables."

Por tanto, la única solución a la crisis se basa en la esperanza de que se organice una gran caza de brujas contra nosotros y especialmente contra la gente joven que desea aprender el arte del teatro: Una nueva diáspora de Comediantes que, desde tal imposición, sin lugar a dudas provocará beneficios inimaginables por el bien de una nueva representación.

Traducción de Fernando Bercebal Proyecto ÑAQUE

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