17 abr 2013

Isabel

Opinión


Laura Espinar
Directora del diario "Lanza"

La semana ha terminado de la peor manera posible en la provincia. Pocas situaciones pueden superar el dolor, la perplejidad, la incredulidad y el estupor que nos ha ocasionado la muerte violenta de dos niños a manos de su padre, dos niños que recibían los cuidados y el cariño de su abuela materna a la que también mató su yerno.

A Isabel, la madre de los niños, esposa del parricida e hija de la abuela, no se le ha podido infligir ni mayor dolor ni mayor crueldad por parte de la persona con la que ha compartido una parte de su vida. Y aunque las preguntas sobre la condición humana, sobre las relaciones personales, incluso, sobre el grado de crueldad que el hombre puede desarrollar se nos agolpen en la garganta, poco importa hoy salvo intentar consolar el dolor infinito de Isabel.

Una mujer valiente que intentó salir de la pesadilla y construir un futuro feliz con sus hijos y con la ayuda de su madre y se lo arrebataron de cuajo. A sabiendas que Isabel no leerá estas lineas, quiero transmitirle a ella y sus familiares toda la solidaridad de la que soy capaz en la seguridad de que esa valentía que la hizo buscar la felicidad la ayudará hoy a construir otra vida más fuerte. Ella si lo merece.

Artículo publicado en la contraportada de "Lanza" el pasado domingo 14 de abril de 2013

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